El Eifel, una cordillera baja con un pasado explosivo. Aquí podrá maravillarse con los volcanes más jóvenes de Alemania. Hace sólo 12.900 años, una erupción provocó un auténtico infierno: la erupción del volcán Laacher See fue, con diferencia, la más violenta ocurrida en Europa Central en el último millón de años. Las consecuencias pudieron sentirse en lugares tan lejanos como Suecia e Italia.
La geología del Eifel es única en Alemania y ha influido en la historia cultural de esta región hasta nuestros días. ¿Quién hubiera pensado que uno de nuestros utensilios de cocina más antiguos estaba hecho de lava solidificada? ¿Y qué sería de la arquitectura medieval sin los materiales de construcción toba y basalto? Incluso hoy en día, la piedra pómez -la única piedra que puede flotar- se transforma en ligeros bloques de construcción. Pero a medida que se extraen los volcanes, desaparecen los únicos testigos de la historia reciente de la Tierra.
El aliento de los volcanes está incluso en cada botella de agua mineral de Eifel y determina su sabor. Los gases volcánicos siguen brotando del subsuelo del Eifel, pero ¿a qué profundidad se originan? ¿Se trata de residuos de magma enfriado o de rastros de nueva actividad magmática?